jueves, 1 de febrero de 2007

Lubina a la sal

Bien, aqui hay un plato muy sencillito y que esta buenisimo, recomendado para aquellos de estomago delicado que quieran hacer alguna cena elegante, pero no quieran arriesgarse con cosas más pesadas como los típicos solomillos o el cordero.


Lubina a la sal



Una Lubina.
Sal gorda, habitualmente entre dos o tres kilogramos para una lubina mediana.


Primero se limpia bien la lubina, poniendo especial cuidado a las tripas.

Lo siguiente es escoger una bandeja de horno lo bastante grande como para que quepa toda la lubina, y se recubre con sal, formando una cama de como medio centímetro de grosor. Humedecemos la cama de sal con agua y ponemos la lubina, también humedecida, sobre la misma.

Cubrimos totalmente la lubina con el resto de la sal, de forma que quede totalmente tapada, e introducimos la bandeja en el horno (previamente precalentado). Dejamos la lubina en el horno hasta que la todo el agua se haya evaporado. Esto supondrá que la sal que cubre la lubina se haya quedado totalmente solida.

Para servirla, nos limitamos a romper la capa de sal (recomiendo que lo hagais con un mazo de cocina) y se sirve. Opcionalmente se puede preparar una guarnición de patatas.

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